PROPUESTAS DE ENERO 2020

Todos los cambios cuestan.

Desde Sensations sabemos que empezar cualquier proceso para modificar hábitos requiere tiempo, esfuerzo y plena convicción. Pero, ¿y si te dijéramos que puedes lograrlo con pequeños pasos? Si lo tienes en mente, si te ronda la idea, no hace falta hacerlo a lo grande, se trata de ir haciendo algunas cosas distintas e ir sintiéndote cómodo/a con ellas. 

¿Qué te parecería introducir estos pequeños gestos?

Es posible que seas de los que se come media barra de pan en cada una de las comidas principales, le pone mínimo 3 cucharaditas de azúcar al café, come pasta cuatro días a la semana, o tal vez bebes más refresco que agua al día; si te identificas con alguna de las anteriores, es posible que tengas ahí algunos pequeños pasos para dar. Reducir de forma progresiva las cantidades de esos hidratos, es una buena forma de empezar y ver resultados. Esos que te hagan querer más, porque reconoce que cuando haces aquello que es un bien para ti, que te cuesta, pero lo consigues, te sientes orgulloso. Y de eso se trata, de sentirnos bien.

Algunas ideas…

Reduce la cantidad de pan diario que tomas. No lo quites de tu dieta, pero sí modera la cantidad, unos 40 gramos (tres dedos de una barra, o una rebanada de pan mediano).

Reduce el azúcar de tres a dos cucharadas, a una… Empezarás a tomar el sabor del café, los yogures naturales… pero buscamos reeducar a  nuestro paladar.

Refrescos. ¿Todos los días, en todas las comidas? Lo mismo, disminuye  de tres a dos, a uno, ¡¡¡quién sabe, puedes llegar a un refresco a la semana, sí de verdad puedes!!!

Alcohol. En cualquiera de sus variedades (vino, cerveza, gin, ron…) ¿Cerveza todos los días o vino en cada comida? ¿Y si lo dejamos para el evento de la semana?  El alcohol no es necesario como lo es comer, quizá sólo es una manera de socializar y en tal caso también puedes limitar el consumo.

Pasta. Te propongo cambiar la pasta de trigo por las de legumbres en su lugar, porque nutricionalmente son muy interesantes. De esta manera añades un día de legumbres a tu dieta habitual, (sobre todo si éstas no son tú fuerte) y a nivel emocional el input que recibes es que sigues comiendo pasta. Las preparaciones pueden ser las mismas: a la boloñesa, con verduras, con ajito y guindilla, orégano…

¡Vamos! ¡Anímate a probar algo diferente!!

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